sábado, 11 de febrero de 2017

Opinión de Irene Lora: "Acerca de Caperucita y el lobo" (1º de Bachillerato)

Se me había olvidado dejaros como modelo la opinión personal que hizo Irene Lora para el texto "Acerca de Caperucita y el lobo" de la página 137 y 138 del libro.

Leedlo con detenimiento y tomadlo como modelo para las futuras aplicaciones.

Y no sólo los juguetes. Hay también otro elemento que influye radicalmente en la perspectiva que tienen los niños del mundo y quizás se hable incluso menos de ello: la televisión. Porque es algo que atrae la atención no sólo de los niños, sino también de jóvenes y más adultos, se convierte en el medio ideal de transmisión y fijación de ideas sexistas. Poner a un niño frente al televisor es como plantar una pequeña semilla en un macetón. Hay que tener cuidado al elegir qué ponerle en la pantalla porque ese será el árbol que estaremos plantando. Desde programas tan letales para la igualdad como Mujeres, hombres y viceversa - en los que se muestra a las mujeres como objetos - hasta cualquier serie de dibujos animados, el peligro de encontrarnos con programación sexista se mantiene incluso hoy en día. Quizás ya no se emiten series infantiles en las que las niñas son el personaje más inútil dentro de la historia, pero todavía siguen apareciendo vestidas de rosa, con voz dulce, educadas, amables, simpáticas, guapas... En fin, que no se parecen al resto de sus amigos, que da la casualidad que casi siempre son chicos, superan en número a las niñas y el protagonista suele ser el líder del grupo.

Así que poco a poco, con estas influencias, los niños van creciendo. Dejarán de ver dibujos animados en la televisión y quizás empezarán a ver series con actores – en las que posiblemente la protagonista siga estando a la sombra del personaje masculino. Pero eso dependerá de la semilla que plantemos hoy.

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